La historia del “Huerto La Campana” comienza hace ya unos años, en el corazón del cartagenero barrio de Los Dolores. Su nombre proviene del edificio original, donde había una campana para llamar a misa, ya que existía una capilla privada con la imagen y altar de la Purísima Concepción.
Este edificio de dos plantas de más de doscientos metros cuadrados con balcones y ventanas hacia los cuatro lados (algunos de ellos miradores de madera y cristal) estaba situado en la parte Noroeste de la finca, con un escudo y ornamentos. Su construcción y la del huerto se remontan a finales del siglo XVII y está íntimamente ligada a sus antiguos propietarios, el Cónsul de Inglaterra en España con sede en Cartagena, Don Guillermo Sauvalle y su esposa Doña Francisca Gil (Cartagenera de nacimiento).
El huerto estaba dividido en dos partes por una gran pared que divide jardín y huerta, todo regado por una noria antigua y dos molletes. El jardín tenía, por tanto, gran cantidad de fuentes artificiales, había agua por doquier, canaletas, acequias, etc. Todo estaba cerrado por grandes cercas de hierro forjado y madera, sus grandes puertas de acceso lo cruzaban varios túneles de invernaderos repletos de enredaderas. También había parterres de flores de todas clases y, entre estos, unos cenadores de hierro forjado artístico de un valor incalculable, todo cubierto de flores, lleno de paseos de acceso a árboles frutales, manzanos, limoneros, perales, etc. En las tierras de cultivo destacaban rosales, claveles y toda clase de flores de época. Adentrar cualquier túnel y sentarse en un cenador era como entrar en el mundo del silencio y el perfume de las plantas.
Se da el caso paradójico de que el jardinero, nuestro abuelo, compró parte de la finca. Se sabe poco si fue a una entidad religiosa, curas, confesores u otro tipo de responsables legales en los que delegó la “Señora Cónsula”. Desde ese momento se empezó la venta de flores, que se cortaban al momento a la vista de los clientes, aunque estos no solo iban a comprar, si no a disfrutar de sus jardines que simulaban un pequeño paraíso.
Con el paso del tiempo, las instalaciones se han modernizado y lo que comenzó como un establecimiento de venta de flores, se ha convertido en un completo centro de jardinería de más de 30.000 metros cuadrados. Además, durante los últimos años, se han abierto tres nuevos establecimientos en otros puntos de Cartagena.
Huerto La Campana es una empresa que pertenece a la familia Ovejero, en la que han trabajado durante mas de 50 años dos hermanos : Ramon (Monchi) y Diego. Junto a ellos, sus esposas Mari y Carmen contribuyeron a darle fama y renombre con el que hoy cuenta en Cartagena.